¿Cómo Cantamos?
Aunque le parezca cosa extraña, la iglesia de Cristo desde el primer siglo no usaba ningún tipo de instrumentos de música en su culto a Dios. El mandamiento del Espíritu Santo es cantar. “Cantaré con el espiritu...cantaré también con el entendimiento” (1 Corintios 14:15). “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor” (Efesios 5:19). “Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16). Añadir “tocar instrumentos” a “cantar” sería alterar el mandamiento específico de Dios. Por lo tanto, queda excluidos órganos, guitarras, panderetas, maracas o cualquier otro instrumento. Al ordenar el Espíritu Santo “cánticos espirituales”, esto excluye música de salsa “cristiana”, merengue, rock, rap y otros tipos de ritmos que estimulan la carne, pero no tienen nada de espiritual.
Textos del Antiguo Testamento sobre la música, tales como el Salmo 150, no están en vigencia, ya que dicho testamento fue quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-17). La iglesia de Cristo adora según los mandamientos del Nuevo Testamento, no conforme a los del Viejo. “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo (el de Cristo), cuanto es mediador de un mejor pacto... Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero” (Hebreos 8:6 y 13).